Día Internacional de los bosques: Conoce los bosques gigantes que viven bajo el agua

Bosques de Kelp

Este bosque crece entre 10 y 15 centímetros diariamente; es un gigante con hasta 30 metros de altura, es abundante y generoso con las especies que dependen de él. Y a la vez es tan vulnerable que si se combinan tormentas, aguas calientes y erizos hambrientos, este fabuloso bosque marino se aproximaría a su fin.

A propósito del Día internacional de los bosques, establecido por la Organización de las Naciones Unidas con el objetivo de concientizar a la población para contribuir a su preservación, Mares Mexicanos aborda un bosque poco conocido, singular y profundamente interesante, es un bosque bajo la aguas del mar, se llama Bosque de kelp.

Para hablar de él, Mares Mexicanos recupera la conversación que en junio de 2021 sostuvo el Doctor Octavio Aburto con el Doctor Rodrigo Beas, este último, quien lleva estudiando este ecosistema más de 20 años; es profesor investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California y, a la vez integrante de un consorcio de investigación llamado Mex-Cal.

Kelp es la palabra en inglés que se usa para decir alga; cuando hablamos de los bosques gigantes de kelp, nos referimos a estas alfas cafés (Macrocystis pyrifera) que enamoraron a este investigador cuando se sumergió en las aguas frías donde crecer y, simplemente ya no pudo alejarse de ellas, “estoy tratando de entender cómo diferentes factores ambientales o sociales le quitan la estabilidad a estos sistemas complejos”, dice.

De acuerdo con el especialista este bosque puede crecer hasta 15 centímetros diarios con las condiciones óptimas de luz por lo que el agua debe ser muy cristalina, muy fría y contener suficientes nutrientes.

Su distribución se extiende por el Pacífico Norte desde Alaska hasta Baja California, luego en el hemisferio sur, va de Chile y Ecuador, hasta un poco de las aguas argentinas.
“Gracias a esta alga que crece muchísimo y rapidísimo hace que la columna de agua se vuelva muy compleja y entonces pueden encontrar focas, lobos marinos a muchas especies de aves, una cantidad impresionante de especies de peces, obviamente de invertebrados y de muchas otras algas. Es un sitio de protección, alimentación y reproducción de muchas especies”, dice Beas.

Todo ello implica que nutre una serie de pesquerías, por ejemplo del abulón que hace muchos años representó una moda el tenerlo en latas en las despensas de la cocina; hoy ya no es tan común, pero es caro, cada individuo tiene un costo de entre 100 y 150 dólares, es una pesquería de mucho valor.

Dice el Doctor Beas que “entre los servicios que brinda es la comida que produce, desde mamíferos, invertebrados, las mismas algas que son consumibles. Otro servicio puede ser la protección a las costas; cuando hay tormentas, estos bosques reducen la energía de las olas, muchos muelles o estructuras pueden estar relativamente protegidas por estos sistemas o evitar eventualmente inundaciones.

“Un servicio menos discutido que es un servicio cultural que solamente meterte a bucear ahí o verlo por fuera o tratar de entender su complejidad y su belleza ha promovido una cantidad incontable de arte, de música, de baile, de muchas otras cosas socialmente importantes”.

Un servicio más controversial se encuentra alrededor de la cantidad de carbono que atrapan. Entonces como pueden les dije que crecen hasta 15 centímetros y eso es brutal el crecimiento, el problema es que cuanto se mueren las algas el CO2 que atrapó se dispersa otra vez.

Efectos del cambio climático

Los peores enemigos del bosque de kelp son las tormentas; el Cambio Climático ha provocado su aumento y su intensidad; el aumento de la temperatura en el agua del mar también lo daña; del mismo modo las especies invasoras que vienen con las aguas calientes, como no tienen depredadores, hacen que el bosque no se recupere.

Respecto a la ata temperatura en el agua el Dr. Beas señala que entre el 2014 y el 2016 “tuvimos 450 días con ondas de calor, estuvo por muy arriba de la temperatura climatológica promedio. Entonces imagínate, estos bosques estaban cociéndose, literalmente

“Todavía hay unos bosques que no han aparecido, que no se han recuperado, pero hay muchos otros que sí. Entonces, la historia es triste, pero si hay un poquito de buenas noticias, hay sitios que se recuperan rapidísimo y todavía no sabemos porque aún lo estamos estudiando. Y estos sitios les decimos refugios escenográficos, son como oasis que mantienen estas condiciones oceanográficas óptimas para que estos bosques se recuperen”, dice.

Con su equipo de trabajo el Dr. Beas analiza los efectos de cada uno de estos fenómenos en las especies llamados múltiples estresores; eso lo estamos metiendo en modelos y podemos predecir si una sube, otra baja, una sube baja, 800 especies conectadas unas con otras, ¿cuál es la probabilidad de sobrevivencia con un grado o con 1.1 o con menos de pH, cuáles pueden ser los efectos?

“Nos han dado herramientas para decir hay que hay que atender esto urgentemente. Ha de haber especies de importancia comercial o de extrema importancia comercial, como los abulones, que se la van a ver muy duras para para sobrevivir en estas nuevas condiciones que estamos prediciendo”.

Durante la charla, que puedes consultar completa en esta liga https://www.youtube.com/live/mkZE4J_bYyM?feature=share se abordó al erizo como uno de los actores principales de esta trama. El Dr. Beas contó que “los erizos comen algas, pero de una forma super chistosa, ellos están ahí sentados en una cuevita y si pasa una alga a la deriva, la atrapan en su penacho y ahí se quedan y, con sus manitas agarran el alga y se la comen.

“Pero cuando deja de haber bosques, cuando deja de haber esas algas a la deriva, cambian su forma de alimentarse y en lugar de sentarse ahí a esperar a que le caigan van y directamente atacan la base del alga y hasta 30 metros de la biomasa. Todo, toda. No se puede ser hasta. De diez, 20, 30 metros de largo. A eso se le llama herbivoría y es muy agresiva”.
Por ello es muy importante mantener a los erizos encuevados, contentos y tranquilos. Pero, la peor combinación es tormentas, aguas calientes y erizos hambrientos, todos ellos fenómenos desencadenados por el Cambio Climático.

Por ello en Mares Mexicanos apostamos por la divulgación así como en la Diplomacia Científica para que estos ecosistemas sean valorados y protegidos por todos los actores de la sociedad.

Verónica Díaz/Mares Mexicanos

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