RABEN rescata a más de 100 ballenas desde el 2004

La Red de Atención a Ballenas Enmalladas (RABEN) es un equipo interinstitucional, que trabaja bajo la coordinación de Ecología y Conservación de Ballenas (ECOBAC) en el manejo de ballenas enmalladas desde hace casi una década.

Fundada oficialmente en 2012, la historia de RABEN inicia cuando ECOBAC es notificado sobre el enmalla miento de una ballena en Puerto Vallarta, en el 2004. Pese a desconocer el protocolo de atención, el grupo en ese entonces decide adentrarse al mar y hacer lo posible por rescatar a la ballena.

“Nos tomó siete horas poder liberar a esta ballena. Fue una labor titánica, muy difícil y de mucho riesgo en realidad. Pudimos liberar a esa ballena y fue cuando yo dije bueno, esto sí se puede hacer” comenta Astrid Frisch, actual coordinadora de RABEN y miembro del grupo fundador que rescató a la primera ballena.

Fue hasta el 2010 que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) reconoce formalmente que el riesgo de enmallamiento es un grave problema para la supervivencia de ballenas en México. Cuando las ballenas entran en contacto con artes pesqueras, siempre existe el riesgo de que se enreden, y esto casi siempre es una sentencia mortal. “Es una muerte tristemente bastante tortuosa, porque al ser animales muy resistentes y fuertes, pueden sobrevivir en promedio cinco meses antes de morir”, informa Astrid Frisch.

Además de ser un evento potencialmente letal para las ballenas, significa también una situación de alto riesgo para quienes se dedican a su liberación. Por esto, el equipo de RABEN hace énfasis en la capacitación, y resalta mucho que no cualquiera puede ser héroe. “Ya ha habido varias personas que han perdido su vida en este tipo de maniobras. Entonces, una de las cosas que tratamos de hacer es evitar que la gente que no sabe de rescate de ballenas se meta al agua” afirma Frisch.

Actualmente, RABEN cuenta con más de 180 miembros, con sedes en diferentes puntos del Pacífico; desde Bahías de Huatulco en Oaxaca y hasta Bahía de los Ángeles, en Baja California. Este heroico grupo está formado en su totalidad por voluntarios, y se mantiene funcionando gracias a donativos nacionales e internacionales.

El proceso de salvar a una ballena toma horas y puede ser muy costoso, por lo que RABEN también busca trabajar en la prevención. “Tenemos que aprender dónde suceden los enmallamientos y con qué artes de pesca suceden con más

frecuencia, para poder empezar a trabajar con los pescadores hacia la prevención”

En caso de observar a una ballena enmallada, RABEN recomienda: avisar a autoridades como CONANP, Zona Naval, Capitanía del Puerto, y proporcionar datos de contacto. Envíar ubicación geográfica de ser posible. Documentar el avistamiento con fotografías y video, y jamás entrar al agua con la ballena.

Aurora Pimentel Tovar / Mares Mexicanos

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